PR- ¿Con que edad comenzaste a jugar al fútbol? ¿Quién te inculcó esa afición?
M- Recuerdo que empecé jugando a los 5-6 años en el patio del colegio, era la única niña, y aprovechábamos cualquier objeto para poder jugar, un zumo, una botella, cualquier cosa que hiciera de pelota…También esta afición por el fútbol viene un poco gracias a mi abuelo.
PR- Para conocerte un poco más, tu DNI pone Irene Ojeda, aunque en este mundillo del fútbol eres conocida como Mushu, ¿de dónde viene ese nombre?
M – Viene de unos cuantos años atrás, de la película Mulán, Mushu era en dragón en esa película. Y cuando iba con unas compañeras de equipo a rehabilitación, a una de ellas le decían China, ya de broma empezaron a llamarle a ella Mulán y a mi al ir con ella, Mushu, y de esa broma acabó dándome ese nombre en el mundo del fútbol.
PR- Esta es tu segunda temporada en el PM FRIOL, la primera suspendida por el coronavirus y la segunda sin duda vendrá marcada por la adaptación a esta “nueva normalidad”, con todos estos hándicaps, ¿cómo ha sido tu adaptación al equipo y a la Liga Reto?
M- En ambas temporadas la adaptación ha sido fácil, ya que el PM FRIOL es una familia y te ponen las cosas muy fáciles y cómodas para eso, además el clima que hay es una cosa que me encanta y lo hace aún más fácil. La adaptación ha la Liga fue un poco más difícil por la intensidad y lo competitiva que es, pero afronto esta segunda temporada con más ganas aún.
PR- Con respecto a la primera temporada, ¿qué objetivos individuales te marcas para esta segunda temporada?
M- En primer lugar quedar lo más arriba posible en la clasificación con el equipo, y en segundo lugar poder seguir creciendo y poder volver a disfrutar jugando.
PR- Y esta temporada, con la restructuración, donde el grupo norte queda dividido en dos subgrupos y dos fases, donde se acumulan todos los puntos de la primera a la segunda fase, lo cual implica que no hay margen de error, ¿cuáles crees que pueden ser las aspiraciones del PM FRIOL?
M- La primera aspiración, como dije antes, debe ser quedar lo más arriba posible, con eso en mente la salvación llegará antes, y ya desde ahí trabajar duro para cometer los menos fallos posibles y conseguir los objetivos.